Mujeres comparten sus historias de servicio humanitario en el Día Internacional de la Mujer
¿Cuál es la motivación diaria que impulsa a las mujeres a realizar cosas extraordinarias, cambiar para bien la vida de personas en todo el mundo, mientras inspiran a un sinnúmero de individuos en su tierra natal?
El 8 de marzo, tres rotarias respondieron a esta pregunta durante la celebración del Día Internacional de la Mujer realizada en la sede del Banco Mundial en Washington (EE.UU.).
Razia Jan, Deborah Walters y Ann Lee Hussey pronunciaron discursos frente a una audiencia de más de 300 asistentes, mientras miles de personas escucharon la transmisión del evento en vivo. En dichos discursos, contaron sus historias personales y explicaron lo que las inspiró a fundar una escuela para niñas en Afganistán, prestar ayuda a los habitantes de un basural en la ciudad de Guatemala y organizar a más de 24 equipos para inmunizar a niños en África y Asia.
“Me inspira tanto ver las caras de los niños, lo que estan aprendiendo, la manera en que luchan por sus derechos, ver sus aspiraciones y sus deseos de alcanzar cosas que podrían incluso ser imposibles", señaló Jan, socia del Club Rotario de Duxbury, Massachusetts (EE.UU.).
Jan, originaria de Afganistán, vive en Estados Unidos, ha trabajado durante décadas en la construcción de conexiones entre afganos y estadounidenses, mientras mejora las vidas de las niñas y mujeres jóvenes de Afganistán.
La señora Razia es la fundadora y directora del centro de enseñanza Zabuli, al cual asisten más de 625 niñas en Deh’Subz (Afganistán), donde en 2015 se graduó la primera generación de estudiantes. Asimismo, Jan señala que prontamente fundarán una universidad para mujeres.
En la escuela para niñas aprenden matemáticas, inglés, ciencias y tecnología, así como también aptitudes prácticas para prepararlas para lograr cierta libertad económica dentro del difícil entorno social en el que viven.
Deborah Walters, neuróloga de profesión y socia del Club Rotario de Unity, Maine (EE.UU.) ha servido como voluntaria de Camino Seguro, organización sin fines de lucro que proporciona educación y asistencia social a los niños y familias que viven en el basural de la ciudad de Guatemala.
La señora Walters, conocida como la "abuela que viaja en kayak", viajó desde su hogar en Maine (EE.UU.) hasta Guatemala en un pequeño kayak para crear conciencia sobre la grave situación en que viven sus habitantes.
Ann Lee Hussey, socia del Club Rotario de Portland Sunrise en Maine, ha hecho de la erradicación de la polio y la paliación del sufrimiento de los sobrevivientes de esta enfermedad el trabajo de su vida.
Como superviviente de la polio, ella ha dedicado los últimos 14 años a encabezar equipos de voluntarios de Rotary que viajan a países en desarrollo para inmunizar a los niños de esas naciones durante las Jornadas Nacionales de Vacunación.
La señora Hussey a menudo elige encabezar o participar en las Jornadas Nacionales de Vacunación en lugares donde no es común encontrarse con otros occidentales como, por ejemplo, Bangladesh, Chad, Mali, Niger, Nigeria y áreas remotas de Egipto e India. En estos lugares, la necesidad es aún mayor y la publicidad y la buena voluntad que fomentan estos viajes son muy importantes para comunicar la urgente necesidad de las inmunizaciones.
“Estas mujeres ejemplifican lo que el Banco Mundial intenta conseguir cada día con las metas de poner fin a la extrema pobreza y reforzar la prosperidad compartida”, señaló Daniel Sellen, presidente de la Asociación de funcionarios del grupo del Banco Mundial. “Ellas demuestran el poder de las mujeres para cambiar el mundo y mejorar la vida de las personas mediante proyectos innovadores y de gran impacto en educación, desarrollo económico y salud”.