Manteniéndonos en marcha para combatir la polio
Las dificultades inesperadas no empañan un épico viaje por carretera alrededor de Europa en un Volkswagen Buzz eléctrico
Bashar Asfour está familiarizado con las aventuras por carretera. Estuvo a cargo del recorrido de un rally automovilístico anual por el desierto de Jordania, su país natal, antes de que existiera Google Maps. Tiene pasaporte desde los 4 años, ha viajado por 57 países y, como superviviente de la polio con dificultades para caminar, es un as de la conducción. Por eso, el año pasado organizó su propia odisea por carretera alrededor de Europa para recaudar fondos para la erradicación de la polio.
Incluso eligió un vehículo genial: un autobús eléctrico Volkswagen. No la versión clásica, sino la moderna versión eléctrica, conocida como Buzz. A veces, sin embargo, el Buzz resultó ser más bien un aguafiestas. «Cargar el vehículo era un verdadero lío», dice Asfour, recordando estaciones de carga quisquillosas, lentas, a kilómetros de distancia de su camino o que no aceptaban su tarjeta de crédito. «¡El viaje duró 54 días, incluyó 12 342 kilómetros, cientos de horas de conducción y cientos de horas para cargar el vehículo!».
Afortunadamente, el veterano rotario, que actualmente vive en Jordania pero que es socio de un ciberclub con sede en Georgia, llegó a la meta, recaudó una cifra estimada de 277 000 dólares (cifra preliminar) y, asombrosamente, solo faltó a uno de sus cuarenta y ocho eventos de recaudación de fondos. También vivió una gran aventura, conoció a gente increíble y quedó asombrado por la amabilidad de los desconocidos. He aquí, en sus propias palabras, algunas de las historias de «Mi viaje para acabar con la polio 2023», el que comenzó en Berlin el 31 de agosto.
BREMEN (Alemania), 2 de septiembre
Cuando el Buzz, con su pintura brillante y los logotipos de End Polio Now, se exhibe en el centro histórico de la ciudad, genera un gran revuelo, ya que los transeúntes se detienen a preguntarme qué estoy haciendo o sobre la polio. Más adelante en este viaje, otros distritos rotarios hacen lo mismo, colocando el Buzz en medio de mercados y plazas durante unas horas para mostrar a la gente el bien que Rotary hace en el mundo. Muchas personas de esta parte del mundo se han olvidado de la polio, y es importante recordarles que sigue siendo un problema y que seguimos necesitando su apoyo.
MILÁN (Italia), 13 de septiembre
Uno de los mayores desafíos de este viaje es la fatiga. Conduzco un mínimo de seis horas al día y, a veces, hasta 13. Al cruzar los Alpes de Suiza a Italia, descubro que un túnel que ahorra tiempo está cerrado, lo que me obliga a conducir por las montañas y a cargar aún más el vehículo. En Italia, es muy difícil encontrar estaciones para cargar vehículos eléctricos. En el lado positivo, me espera una cena de gala con una gran multitud en Monza, a las afueras de Milán. Y más tarde, hay una multitud aún más grande, la mayor del viaje, en Roma. Mientras estoy allí, paso por el Coliseo, uno de los muchos hitos extraordinarios de la ruta.
IZMIR (Turquía), 25 de septiembre
Cruzar el mar Egeo de Grecia a Turquía no es tarea fácil. El primer transbordador tarda horas. Llego a una isla a medianoche para coger otro barco con el espacio justo para el Buzz. El mar está agitado y cada salto activa la alarma del vehículo. Llego a un puerto cerca de Izmir, solo para que la aduana retenga al Buzz como rehén. Por fin, un gobernador de distrito rotario entrante nos saca de apuros a mí y a Buzz. Al salir, me sorprende encontrar a dos docenas de rotarios y rotaractianos con camisetas de End Polio Now que me saludan cariñosamente. El recuerdo me emociona hasta las lágrimas. Fue hermoso. Me hizo olvidar todos los problemas.
ANKARA (Turquía), 28 de septiembre
ESTAMBUL (Turquía), 1 de octubre
La hospitalidad del pueblo turco es exquisita. Este es otro momento hermoso. Antes de llegar a Ankara, entro en un área de descanso y me veo rodeado por una caravana de rotarios con camisetas de End Polio Now en motocicletas. Me escoltan hasta la capital. La gente es muy generosa. Tras descubrir que mi tarjeta de crédito no funcionaba en las estaciones de recarga del país, los clubes rotarios llaman a sus socios para que se reúnan conmigo en las autopistas y me ayuden a recargar el Buzz. Algunos incluso me invitan a comer. Luego, al salir del país, me permiten cruzar la frontera con Bulgaria como una persona muy importante, sin ningún retraso. Una vez en Bulgaria, una escolta policial me espera para llevarme a mi siguiente parada, Stara Zagora. Nunca olvidaré los momentos que viví.
LJUBLJANA (Eslovenia), 12 de octubre
Si alguna vez decido jubilarme, lo haré aquí. Tienen comida deliciosa, gente muy amable, y el casco antiguo más hermoso.
MÚNICH (Alemania), 13 de octubre
Puede que el Oktoberfest haya terminado, pero los rotarios organizan la producción de una cerveza llamada My Journey to End Polio para recaudar fondos. De todas las paradas, Múnich es la que más recauda en contribuciones. Durante un acto celebrado en un auditorio casi lleno, los rotarios locales hacen entrega de un cheque de 39 000 euros. Siento que me va a dar un infarto y me emociono hasta las lágrimas otra vez. Con otras contribuciones, el total recaudado aquí alcanzará los 46 000 euros (unos 48 000 dólares).
CHEMNITZ (Alemania), 20 de octubre
Llego a la meta a tiempo para celebrar el Día Mundial contra la Polio. Me propuse hacer algo grande y, con el apoyo de los distritos rotarios de toda Europa, lo he conseguido. Me gustaría hacer más viajes de este tipo en otros continentes. Ha sido una experiencia maravillosa. Me encontré con muchos amigos y con gente que nunca había conocido antes, pero hablamos como si nos conociéramos desde hace 100 años. Somos rotarios, formamos parte de la misma familia.
Este artículo fue publicado originalmente en el número de diciembre de 2024 de la revista Rotary.
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