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«Todo comenzó con Rotary»
El embajador de Canadá en Japón comenzó su andadura como estudiante del Intercambio de Jóvenes de Rotary
La trayectoria profesional de Ian McKay ha discurrido por algunas de las ciudades más importantes del mundo: Nueva York, Londres, Tokio. Le ha llevado a las más altas esferas de las finanzas, la política y la diplomacia mundial, culminando en su actual cargo como embajador de Canadá en Japón.
Cuando se le pregunta por el secreto de su éxito, McKay atribuye el mérito a su previsión a la hora de aprender japonés, su gran interés por las finanzas y su convencimiento de que las negociaciones de alto nivel suelen ser más eficaces cuando se llevan a cabo al margen de las salas de juntas y las cumbres. Pero la respuesta subyacente es más sencilla. «Todo comenzó con Rotary», explica, para luego añadir: «No puedo enfatizar lo suficiente que lo más importante de todo este recorrido fue Rotary».
En una tarde de finales de agosto McKay, sentado en el estudio de su residencia oficial en Tokio, reflexiona sobre lo mucho que Rotary le había marcado y la secuencia de acontecimientos que, hace más de dos años, llevaron al Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, a seleccionarlo como embajador.
La trayectoria vital de McKay ha estado muy marcada por el lugar donde pasó su infancia. Nacido en Kamloops, Columbia Británica, en 1963, se crió en Penticton, a unos 145 km al sureste de allí. En 1975, algunos funcionarios de Penticton, deseosos de encontrar oportunidades para hacer negocios, viajaron a Ikeda, localidad situada en Hokkaido, la más septentrional de las principales islas de Japón. Dos años después, una representación de autoridades de Ikeda visitó Penticton, y los dos municipios quedaron hermanados. A día de hoy, residentes de Penticton e Ikeda siguen intercambiando visitas anuales.
Cuando estudiaba en la escuela secundaria de Penticton, McKay oyó hablar del programa de ciudades hermanas y quedó fascinado por la lengua, la cultura y las tradiciones japonesas. «Sentí que había un poco de mística», afirma. «Sin duda, me picó el gusanillo de Japón». En el verano de 1980 visitó Ikeda durante tres semanas, como parte del primer programa de intercambio de estudiantes de su escuela. Inmediatamente después de su regreso, empezó a buscar oportunidades para volver.
Esa oportunidad llegó cuando fue elegido para pasar un año en Japón como estudiante del Intercambio de Jóvenes de Rotary. (El padre de McKay fue socio durante mucho tiempo del Club Rotario de Penticton). Cursó su último año de escuela secundaria en Shimonoseki Dai-Ichi Koto Gakko, en la prefectura japonesa de Yamaguchi. «Al final del año», afirma McKay, «ya dominaba el japonés escrito y hablado».
También adquirió conocimientos sobre Rotary. En Japón, fue recibido por el Club Rotario de Shimonoseki-West, y asistió regularmente a sus reuniones de los miércoles, aunque al principio tuvo algunas dudas sobre cómo él, un joven de 18 años que aún no dominaba el idioma, sería recibido por los rotarios japoneses. «Me recibieron muy bien», asegura. «Me sentí parte de una comunidad»
Ian G. McKay
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Participante en el Intercambio de Jóvenes de Rotary, Japón, 1981-1882
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Embajador de Canadá en Japón, abril de 2021-presente
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Enviado especial de Canadá para el Indo-Pacífico, abril de 2023-presente
De vuelta en Canadá, McKay obtuvo una licenciatura en la Universidad de Columbia Británica, donde estudió ciencias políticas y japonés. (Más tarde obtendría un máster en Administración de Empresas por la Queen's University de Kingston, Ontario). Con el auge de la economía japonesa y Wall Street, como explica McKay, «buscando personas jóvenes que supieran hablar japonés», fue contratado como corredor de derivados por Eurobrokers Investment, compañía con sede en Nueva York. Se trasladó a Tokio, donde se convirtió en director general de la empresa para Japón y más tarde, en Londres, codirector general para Inglaterra.
Pero incluso cuando disfrutaba de una exitosa carrera en el mundo de las altas finanzas, McKay no podía evitar recordar las lecciones que había aprendido en Rotary. «Los miércoles», dice, «contemplaba como un grupo de empresarios encontraban tiempo en sus ajetreadas carreras corporativas para debatir ideas como la amistad y el servicio a la comunidad. Me causó una impresión duradera. Un día, al despertarme supe que necesitaba hacer algo diferente».
De vuelta a su país natal, en el año 2000 McKay se presentó como candidato a la Cámara de los Comunes por el Partido Liberal de Canadá. Su candidatura no prosperó, pero empezó a hacerse un nombre. En 2001 se trasladó a Ottawa, donde trabajó como asesor político sénior de tres miembros del gabinete de los primeros ministros canadienses Jean Chrétien y Paul Martin. En 2010, McKay fue nombrado director nacional del Partido Liberal de Canadá, donde intimó con estrellas de la política nacional en ascenso, entre ellas Trudeau, quien inició su actual mandato como primer ministro en 2015.
Dos años después de asumir el cargo, Trudeau se vio envuelto en una crisis internacional. Su ausencia en la reunión de líderes mundiales prevista en Vietnam puso en duda la participación de Canadá en la Asociación Transpacífica. En ese momento, Trudeau se había reunido con Shinzo Abe, el primer ministro japonés, para expresarle sus reservas sobre determinados aspectos del acuerdo comercial propuesto. Pero su incomparecencia provocó un distanciamiento entre Canadá y Japón.
Entonces llegó McKay. Seleccionado para revivir las negociaciones comerciales, voló a Tokio en enero de 2018 y se entrevistó con el ministro japonés encargado del acuerdo. Ambos se reunieron en varias ocasiones, hablando casi exclusivamente en japonés. En cuestión de días, la relación entre Japón y Canadá se había restablecido y el acuerdo comercial estaba de nuevo en marcha. En un comunicado publicado el 23 de enero de 2018, François-Philippe Champagne, ministro de Comercio Internacional de Canadá, informó que «Canadá concluyó con éxito un acuerdo... gracias en gran parte a un equipo negociador esforzado y dedicado, y al enviado especial de Canadá, Ian McKay».
Trudeau no olvidó el talento único de McKay: el primer ministro nombró a McKay, quien fue nombrado embajador de Canadá en Japón en 2021, enviado especial de su país para la región Indo-Pacífica.
McKay tampoco se ha olvidado de Rotary. En enero tiene previsto visitar el Sea Mall Palace de Yamaguchi y pronunciar un discurso, íntegramente en japonés, ante el club rotario que visitó por primera vez hace unos 40 años y al que atribuye el inicio de lo que se convertiría en una larga, extraordinaria y distinguida carrera. «Es una manera de volver y dar las gracias», concluye McKay.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición de noviembre de 2023 de la revista Rotary.
Los clubes rotarios patrocinan intercambios para estudiantes de entre 15 y 19 años en más de 100 países.
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