Clubes y distritos rotarios apoyan los estudios en una disciplina emergente
A medida que el mundo está más conectado, los expertos contemplan cada vez más los problemas sociales desde una perspectiva global. Eso es cierto incluso cuando se trata de nuestra mente. La emergente disciplina de la salud mental global explora cómo los distintos países diagnostican y tratan los problemas psicológicos.
Los clubes y distritos rotarios patrocinaron recientemente a cuatro estudiantes para que cursen estudios sobre salud mental global en el King's College de Londres y la London School of Hygiene and Tropical Medicine. Estos especialistas analizan las tendencias sociales, las prácticas culturales y los contextos políticos y económicos que afectan a nuestro bienestar mental, a menudo sin que nos demos cuenta.
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Jaeden Joyner
Patrocinada por: el Club Rotario de Chiswick & Brentford, Zona Metropolitana de Londres (Inglaterra) y el Distrito 6860 de Alabama (EE. UU.)
No tenía ni idea de que la salud mental global fuera una disciplina específica hasta que encontré este programa de maestría. Se centra en la salud pública y la incorporación de la conciencia cultural y las diferencias culturales a las prácticas médicas. He aprendido que hay mucha variabilidad en los trastornos mentales. Según el lugar del mundo en que se encuentre la persona, una enfermedad tendrá síntomas diferentes.
Las perspectivas de la gente sobre los problemas de salud mental también son totalmente diferentes. Por ejemplo, en muchos países no se habla de «depresión» o «ansiedad». Si les dices: «Vamos a tratar tu depresión», no sabrán realmente de qué les estás hablando. Y no se trata solo de los términos: es una conceptualización totalmente distinta. Leí sobre una mujer en la India que oía voces. En la conceptualización occidental, se le habría diagnosticado esquizofrenia. Pero en su cultura, oír voces está vinculado a la espiritualidad.
También nos centramos en trabajar en el marco de la infraestructura de salud mental de los países de renta baja y media. Muchos países tienen poco acceso a especialistas en salud mental. Muy a menudo, en su lugar se recurre a trabajadores comunitarios de la salud. Estos son miembros de la comunidad formados para realizar intervenciones sencillas. Un gran ejemplo de esto es Friendship Bench en Zimbabue.
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Tom Kim
Patrocinado por: el Club Rotario de Leytonstone y Woodford,Zona Metropolitana de Londres (Inglaterra) y el Club Rotario de West U, Houston, Texas (EE. UU.)
Cuando comencé mis estudios universitarios, pensaba que iba a ser cirujano. Pero luego trabajé como consejero de salud mental. Al hablar con mis amigos y compañeros de clase sobre temas como la depresión, la ansiedad, el consumo de alcohol, etc., me di cuenta de que había un gran desfase entre lo que se hacía por los estudiantes y lo que se necesitaba. Había muchas enfermedades mentales sin tratar ni diagnosticar, incluso en una universidad prestigiosa. Empecé a interesarme por un enfoque de la salud mental más centrado en la salud pública.
En el programa de salud mental global aprendimos lo importantes que son para la salud mental las perspectivas culturales y sociales. La hipertensión arterial de una persona del este de China es (en gran medida) biológicamente similar a la hipertensión arterial de una persona del sur de México. Pero la salud mental está muy ligada a las creencias y expectativas culturales, incluso a las actitudes sobre el género, la edad, etcétera. No se puede hacer un buen trabajo sobre salud mental sin comprender el contexto cultural.
Actualmente trabajo como psiquiatra en Boston. Atiendo a los pacientes individualmente en mi consulta. Hago todo lo posible por integrar las demás relaciones de los pacientes en la atención que les brindo, pero el modelo es realmente «un paciente con un médico». Un paso más allá es el enfoque familiar. En las culturas colectivistas, la familia ocupa un lugar más importante. E incluso más allá, hay lugares donde existe un mayor sentido de la familia, donde toda la comunidad o el vecindario es una familia. Eso amplía el número de relaciones que pueden influir en la salud mental de una persona.
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Haruka Goto
Patrocinada por: el Club Rotario de Osaka Central, Osaka (Japón) y el Club Rotario de Pall Mall, Zona Metropolitana de Londres (Inglaterra)
La salud mental global consiste en buscar los determinantes sociales de la salud mental. Antes de venir a Londres a estudiar salud mental global, trabajaba para el Ministerio de Salud de Japón, en un programa centrado en la prevención del suicidio. Tenemos que estudiar el suicidio, pero comparativamente son pocas las personas interesadas en este tema. El número de suicidios entre la población mundial va en aumento. En todo el mundo, 700 000 personas se suicidan cada año. En Japón y Estados Unidos es un problema muy grave. Al trabajar para el gobierno japonés, me di cuenta de que lo más habitual es ignorar la situación.
La gente no entiende realmente los determinantes sociales de la salud mental. Tendemos a pensar que el suicidio tiene su origen en una experiencia individual, como la de una persona que piensa que no tiene lo suficiente para contribuir al mundo. Pero hay muchos factores sociales y económicos en juego, como la situación política general. El entorno influye mucho en el bienestar individual.
Mis investigaciones se centran en la incertidumbre económica. Si puedo encontrar la relación entre eso y la tasa de suicidios, quizá pueda influir en los responsables políticos para que vean que deben intentar mantener la estabilidad de la situación económica.
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Simone Renault
Patrocinada por: el Club Rotario de The North Downs, Kent (Inglaterra) y el Distrito 6000, Iowa (EE. UU.)
Fue en la Universidad de Iowa donde conocí el concepto de salud global en general, en una conferencia realizada por el profesor y defensor de la salud mundial Paul Farmer. Su organización, Partners In Health, acababa de construir un hospital en Mirebalais (Haití), después de un terremoto. Quedé cautivada. Comencé a centrarme en preguntas como: «¿Cómo ven las diferentes comunidades el concepto de sanación? ¿Qué hacen al respecto? ¿Cómo puedo ayudar?»
La inmensa mayoría de las enfermedades mentales son intrínsecamente estructurales. Esto significa que nuestra experiencia con el mundo y con los demás no puede separarse de fuerzas mucho mayores. La pobreza tiene una enorme influencia. Imagina el peso mental de mantenerte a ti y a tu familia con menos de un dólar al día. Te pasas la mayor parte del día preocupado por: «¿Dónde voy a conseguir comida? ¿Cómo voy a cuidar de mis seres queridos?». Eso aviva tus hormonas del estrés que conectan el cerebro con el cuerpo.
No creo que los psiquiatras sean las personas que cambiarán el movimiento de la salud mental a escala mundial. Yo era una de los dos psiquiatras, o futuros psiquiatras, del programa de salud mental global. Los demás eran trabajadores sociales, gestores de casos, psicólogos, investigadores, enfermeros. Creo que la psiquiatría tiene un papel muy pequeño en este campo. Existe un momento y un lugar para los antidepresivos, pero ¿tener una buena vida? Eso proviene de la gente. Proviene de la comunidad.
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