Rotary recuerda a Sam Owori por su “serena confianza”, integridad y amistad
Esta semana, las banderas de Rotary frente a la sede de Rotary International en Evanston, Illinois (EE.UU.) y las demás oficinas de Rotary en el mundo entero flamean a media asta, en momentos en que los amigos y colegas lamentan el deceso del presidente electo Sam F. Owori, quien murió el 13 de julio debido a complicaciones postoperatorias tras una intervención quirúrgica.
Con su sonrisa encantadora y voz serena, Sam hacía sentir cómodos a sus interlocutores, afirma Hilda Tadria, socia del Club Rotario de Gaba (Uganda), y muy buena amiga de Sam y su esposa, Norah.
“Me refería a él como ‘Sam Sonrisas’”, indica Tadria. “Era un hombre accesible y la gente se sentía cómoda hablando con él. Creo que lo que más echaremos de menos en Rotary y entre sus amigos es su sonrisa”.
Sam, quien había sido elegido para ejercer el cargo de presidente de Rotary International en 2018-2019, habría sido el segundo rotario africano, y el primer ugandés, en desempeñar dicho cargo. Se afilió a Rotary en 1978 y era socio del Club Rotario de Kampala (Uganda).
“En cualquier situación, Sam siempre estaba de buen ánimo. Le gustaba bromear un poco y lograba que todos estuviéramos de buen humor”, afirma Tadria.
Una de las características más admirables de Sam, añade Tadria, era su amor y devoción por su esposa, con quien se conocía desde la escuela primaria en Tororo (Uganda). Sam se refería a Norah Owori como una mujer bella, culta y con una gran personalidad.
“Adoraba a Norah y siempre la situaba en primer plano”, continúa Tadria. “Eran grandes amigos y compañeros de toda la vida. Verlos juntos era encantador. Nunca se alejaban el uno del otro”.
Como indica Tadria, Sam era muy respetado en Uganda, por su integridad y su comportamiento consecuente con sus principios éticos, cualidades importantes para un presidente de Rotary. “Era un hombre en quien todos podían confiar”.
Al respecto, Tadria añade: “Prefería escuchar antes que hablar y por ese motivo caía tan bien”.
La ruta hacia el cargo de presidente electo
Al igual que muchos socios, Sam se afilió a Rotary gracias a la perseverancia de un amigo rotario. “No tenía ganas de ir a la reunión”, reconoció con buen humor después de transcurridos varios años. “No estaba interesado, pero acepté la invitación por respeto a mi amigo. Y una vez en la reunión me llevé una gran sorpresa: la sala estaba llena de gente a la que conocía”.
Cuanto más Sam se enteraba de las buenas obras de Rotary, más entusiasmado se sentía. Se le atribuye el extraordinario aumento del número de clubes en Uganda, desde solo nueve en 1988, cuando se desempeñó como gobernador de distrito, a 89 en la actualidad. Sus amigos se referían a su entusiasta labor como “la locura de Owori” a lo cual Sam respondía gentilmente: “Si eso es locura, me alegraría que más gente se enloqueciera por prestar servicio”.
Sam se consideraba un “optimista incorregible” que percibía lo mejor de cada persona y el lado positivo de cualquier situación. A este hombre amable y siempre dispuesto a sonreír se lo recuerda como “Sam Sonrisas”, afirma el presidente de RI Ian Riseley.
John Smarge, a quien Sam eligió como edecán, decía que Sam para los rotarios era como una “estrella de rock”. “En solo dos semanas que llevaba como presidente electo, era evidente que la gente lo quería mucho”, señala Smarge. “Los rotarios de Uganda lo consideraban un tesoro nacional”.
Y Smarge añade: “Hablaba con serena confianza y expresaba lo complejo con sencillez”.
Sam aportó su inquebrantable voluntad de hacer siempre lo correcto a su labor en calidad de director ejecutivo del Institute of Corporate Governance a Uganda, y también a su gestión anterior en el African Development Bank y otras instituciones, y, naturalmente, a sus actividades en Rotary.
Sam, quien creció en una familia de 15 hijos, atribuye sus valores éticos a la educación que le dieron en su hogar, especialmente su padre, quien fue director de una escuela y, posteriormente, jefe del gobierno de su comarca de Uganda. “Mi padre imponía una disciplina estricta”, recuerda Sam, “y como jefe comarcal gestionó su región como si fuera una enorme escuela. Insistía en que todo se hiciera correctamente”.
La trayectoria de Sam en Rotary coincidió con algunos de los años más difíciles para Uganda, incluida la dictadura de Idi Amin, quien desconfiaba profundamente de Rotary y solía enviar agentes a espiar en las reuniones de los clubes. “Algunas veces se presentaban como invitados sin que supiéramos a ciencia cierta de dónde provenían ni quienes los habían invitado”, añadió más adelante Sam. “Como no teníamos nada que ocultar, siempre les dábamos la bienvenida”.
Destacados rotarios ugandeses, incluido el propio gerente del banco en el que trabajaba Sam, fueron detenidos en la vía pública por los agentes de Amin y posteriormente asesinados. Numerosos clubes rotarios cerraron sus puertas y la mayor parte de los socios se dio de baja: de un total de 220, la membresía de Rotary se redujo aproximadamente a 20 socios.
Sam recuerda que un día, uno de los socios fue secuestrado frente al club de Sam. “Se lo llevaron cuando estaba con nosotros, a la salida de una reunión, junto a la entrada del hotel. Dos individuos lo metieron en el maletero del automóvil y jamás lo volvimos a ver”.
Sin embargo, Sam no se dejó intimidar y asistió a la reunión de la siguiente semana.
Dispuesto siempre a aprender, Sam obtuvo un postgrado en derecho laboral en la University of Leicester (Inglaterra), una licenciatura en administración de empresas en la California Coast University y un postgrado en gestión empresarial en la Harvard Business School.
Sam Owori ejerció numerosos cargos en Rotary, incluidos los de director de RI, fiduciario de La Fundación Rotaria, coordinador regional de La Fundación Rotaria, coordinador regional de desarrollo de la membresía, además de representante de RI ante el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y ONU-Habitat. Asimismo, integró y presidió varios comités, incluido el Comité Internacional de PolioPlus, el Grupo de Trabajo para la Prevención de la Drogadicción y el Comité de Auditoria.
A Sam y Norah les fueron otorgados los reconocimientos de Socios Paul Harris, Donantes Mayores y Benefactores de La Fundación Rotaria.
Lamentan el deceso de Sam su esposa, Norah; sus tres hijos, Adrin Stephen, Bonny Patrick y Daniel Timothy; y sus nietos Kaitlyn, Sam y Adam. Los mensajes de pésame se pueden dirigir a Mrs. Norah Agnes Owori, c/o Institute of Corporate Governance of Uganda, Crusader House, Plot 3 Portal Avenue, Kampala (Uganda) o a sam.owori@rotary.org.
Las contribuciones en homenaje póstumo a Sam pueden enviarse a: Sam F. Owori Memorial to Polio.
El Comité de Propuestas para Presidente de Rotary 2017-2018, seleccionará al nuevo presidente electo y al presidente propuesto durante su próxima reunión, a comienzos de agosto.
“El optimismo es el factor que nos impulsa a vincularnos con esta organización. Pero en Rotary no nos limitamos a forjar sueños; éste es un lugar para quienes tienen las aptitudes, la capacidad y la compasión necesarias para brindar un servicio productivo”.
Sam F. Owori, 1941-2017