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La educación en tiempos de pandemia y más allá

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Frente a los desafíos presentados por la COVID-19, clubes rotarios y organizaciones colaboradoras buscan nuevas maneras de facilitar el acceso a la educación

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Al reconocer que la educación es una vía para salir de la pobreza, Rotary y otras organizaciones han logrado progresos significativos facilitando el acceso al aprendizaje en comunidades de todo el mundo.

Los padres que no estaban seguros a la hora de enviar a sus hijos a la escuela, van a rendirse y ya no los enviarán


Lamentablemente, ahora la pandemia de COVID-19 amenaza con echar por tierra gran parte del progreso alcanzado. Según informan las Naciones Unidas, más del 91 % de estudiantes del mundo han sufrido el impacto del cierre temporal de sus escuelas. En abril, cerca de 1600 millones de estudiantes jóvenes no asistían a la escuela.

Algunos expertos temen que el cierre de escuelas y la pérdida de ingresos familiares alejen de manera indefinida a los niños de la escuela. “Hemos trabajado durante muchos años para que los niños asistan a la escuela, para que se inscriban y continúen asistiendo a clases”, señala Carolyn Johnson, rotaria de Maine (EE.UU.), quien ayuda a los clubes rotarios a diseñar subvenciones que apoyan la educación. “Esta situación menoscabará nuestros esfuerzos y nos hará retroceder años en el progreso alcanzado”.

“Los padres que no estaban seguros a la hora de enviar a sus hijos a la escuela, van a rendirse y ya no los enviarán”, señala. “Estos padres están literalmente muriéndose de hambre y necesitan el dinero que sus hijos puedan ganar trabajando”.

  • 91.00%

    de los estudiantes del mundo han sufrido el impacto del cierre temporal de sus escuelas

Mary Jo Jean-Francois, gerenta del área de interés Alfabetización y Educación Básica de Rotary International, cree que el impacto que la pandemia ha generado en la educación se mantendrá incluso después del desarrollo de una vacuna contra la COVID-19.

“Muchos niños corren un alto riesgo de no volver nunca más a la escuela”, indica. “Esa es una gran preocupación para la comunidad escolar”.

La educación no es una tarea fácil

Las metas de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, plan para crear un mundo más justo, nombró a su cuarta meta: “Educación de calidad”. Uno de los objetivos de esta meta es asegurar que para el año 2030, todos los niños cuenten con los medios para completar una “educación primaria y secundaria gratuita, equitativa y de calidad”.

Esta es una meta monumental. Incluso en los buenos tiempos, educar a los niños es mucho más complejo que simplemente reunirlos en un aula. ¿Reciben los profesores capacitación de manera regular?, ¿cuentan los niños con una nutrición apropiada?, ¿están sanos y lo suficientemente bien para aprender?, ¿cuenta la escuela con un sistema de saneamiento adecuado?, ¿existe una manera segura y confiable para que los profesores y niños vayan a la escuela?, ¿tienen problemas en sus hogares?, ¿pueden los padres ayudarles con sus tareas?, ¿necesidad ingresos sus familias por lo que los niños deben ir a trabajar en vez de ir a la escuela?

Los cierres de las escuelas, las pérdidas de empleo y la necesidad de cumplir con las normas de distanciamiento físico, han complicado aún más las cosas.

Afortunadamente, a lo largo de la historia Rotary ha abordado los desafíos más apremiantes que enfrenta el mundo. Los rotarios, algunos con años de experiencia en educación, hacen frente a las necesidades que se nos plantean.

En la ciudad de Guatemala (Guatemala), los clubes rotarios colaboran con clubes en Estados Unidos y Canadá para ayudar a niños y familias que viven de lo que encuentran en el enorme basural de la ciudad. Este proyecto es solo un ejemplo de las organizaciones que toman las medidas necesarias para abordar los desafíos impuestos por la pandemia, incluido el aprendizaje a distancia.

Oportunidades para los niños más desposeídos

Safe Passage, o Camino Seguro, fue fundado hace 20 años por un profesor de Estados Unidos para ofrecer clases, refrigerios nutritivos y atención a los niños más pobres, así como también ofrecer un centro comunitario para los niños que trabajaban en el basural. Gracias al apoyo de clubes rotarios que han suministrado recursos y capacitación de profesores, el programa ha continuado creciendo y hoy en día incluye varias escuelas para niños en edad de kindergarten hasta octavo grado.

Trae Holland, director ejecutivo de Safe Passage, señala que el programa utiliza un modelo de aprendizaje centrado en los alumnos, basado en la investigación y que hace hincapié en las experiencias y participación.

“Las investigaciones realizadas arrojan resultados bastante claros”, explica Holland. “En el caso de las poblaciones marginadas y en situación de riesgo, no puedes simplemente poner a los niños en un aula y darles lecciones. Ellos deben experimentar el aprendizaje por sí mismos”.

Los servicios adicionales proporcionan nutrición y asesoramiento a los niños y sus familias. Las madres pueden aprender artesanía y habilidades empresariales. Asimismo, un programa de educación para adultos enseña a los padres para que puedan ayudar a los estudiantes a aprender en casa.

Cuando la pandemia llegó a la ciudad de Guatemala a mediados de marzo, los funcionarios cerraron el basural y Safe Passage tuvo que reinventar sus programas de la noche a la mañana.

“Nuestra respuesta de emergencia inmediata incluyó abordar tres necesidades: alimentos, medicinas y una forma de comunicarse con las familias”, señala Holland.

Tres necesidades principales

Para suministrar alimentos a los estudiantes y sus familias, Safe Passage se comunicó con Esther Brol, socia del Club Rotario de Guatemala La Reforma, quien coordina un programa de distribución masiva de alimentos en toda la ciudad mediante su red de clubes rotarios y United Way. Los clubes rotarios recaudan dinero para comprar alimentos nutritivos y empaquetar los artículos para su entrega. Hasta ahora, las bolsas de comida han llegado a 40 000 personas, incluidas más de 400 familias que trabajan en el basural.

Otros clubes rotarios donaron dinero para que Safe Passage pudiera comprar tarjetas recargables que las familias pueden usar en las tiendas de comestibles para comprar alimentos.

Para ayudar a la gente a acceder a la atención médica incluso con las clínicas cerradas, Safe Passage creó un programa de telemedicina, el primero de este tipo en la ciudad. Los farmacéuticos colaboradores aceptarán fotos de las recetas escritas que se envíen a los padres a través de un teléfono inteligente. Se han formado pequeños grupos de familias para compartir los teléfonos inteligentes con las personas que no disponen de uno.

Pero el mayor cambio ha sido la comunicación con las familias y su efecto en la educación.

“Perdimos nuestro activo más importante, el contacto cara a cara con nuestros estudiantes y el aprendizaje práctico”, indica Holland. “Este es el reto más grande que hemos debido enfrentar, reinventar nuestro plan de estudios y crear uno nuevo utilizando herramientas accesibles para las familias a las que servimos”. 

Los profesores utilizan planes de datos financiados por donaciones hechas por clubes rotarios para grabar sus clases en teléfonos inteligentes y luego enviarlas a las familias. Los niños reciben paquetes de tareas junto a los paquetes de alimentos. Las tareas incluyen experimentos que pueden realizar en casa. Los estudiantes pueden utilizar WhatsApp para comunicarse con los profesores y enviarles las preguntas que tengan sobre sus tareas. Los profesores responden mediante mensajes de voz y envían fotos con las soluciones a los problemas matemáticos.

“Esto no es ideal”, añade Holland. “Pero los profesores se enorgullecen mucho por haber sabido evolucionar tan rápidamente con las herramientas que tenemos a nuestro alcance”.

Aprendizaje a distancia y tecnología

Al igual que muchas escuelas en el mundo, la pandemia obligó a Safe Passage a abordar un tema sobre el cual se estaba deliberando hace años: cómo incorporar de la mejor manera posible el aprendizaje en línea o a distancia en los planes de aprendizaje. Gran parte del aprendizaje a distancia involucra tecnología como las tabletas. Sin embargo, la falta de acceso a internet del área, así como los problemas de seguridad como robos, convierten la distribución de tecnología para los estudiantes en una tarea abrumadora.

Holland dice que los estudiantes estarán a desventaja en el mundo laboral actual si no tienen acceso a herramientas digitales. Al mismo tiempo, los estudiantes se benefician mucho más cuando la tecnología se integra por completo en el plan de estudios y no se limita a la distribución masiva de computadoras portátiles.

“El aprendizaje integrado es una combinación entre la tecnología y el aprendizaje presencial en un aula”, señala Holland. “No es una solución que se pueda simplemente acoplar. Si consideras que la tecnología es algo genial que solo tienes que atornillar a un plan de estudios ya existente, tendrás grandes problemas”.

Si consideras que la tecnología es algo genial que solo tienes que atornillar a un plan de estudios ya existente, tendrás grandes problemas.


Jean-Francois está de acuerdo.

“Muchas subvenciones incluyen la adquisición de computadoras portátiles o tabletas. Sin embargo, la educación es mucho más compleja”, señala. “Necesitamos aprovechar estos momentos y optar por el desarrollo profesional de los profesores de maneras que no habíamos pensado antes. No podemos asumir que si les entregamos una tableta junto a sus instrucciones ellos sabrán cómo utilizarla, y no deberíamos esperar que sepan cómo enseñar eficazmente a los niños con ella”.

Con la incertidumbre de la pandemia, muchas escuelas tomarán el mismo tipo de decisiones el próximo año. No obstante, Johnson, la rotaria que ayuda a los clubes a diseñar subvenciones que apoyan la educación, advierte que no se debe actuar con demasiada rapidez para “reinventar la educación”.

“Necesitamos resolver esta cuestión, pero debemos hacerlo paso a paso”, indica Johnson. “Debes saber qué es lo que la gente puede aceptar y utilizar: de manera cognitiva, social y emocional. Determina eso primero y luego continúa adelante”.

¿Deseas ayudar? Lee Cinco maneras de apoyar la educación durante la pandemia (artículo en inglés)

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