El club proporciona un antídoto para los tiempos difíciles

Por Diana Schoberg

Era el año 2020 y el mundo era, como dice Sarah Garrette, «un completo desastre», convulsionado por la pandemia mundial, los disturbios por la violencia policial contra la población negra estadounidense y unas elecciones divisivas en Estados Unidos. «Me sentía bastante aislada y quería retribuir a la comunidad, pero no me sentía en control de las cosas que sucedían en el plano cultural y la pandemia», dice. «Pensé: no puedo cambiar lo más grande, pero si empiezo en el micronivel -en la comunidad- esos pequeños impactos se van acumulando».  

Ingresó a Facebook y escribió «oportunidades de voluntariado» en la barra de búsqueda y apareció el Club Rotario de Springboro.  

Su padre había sido socio de Rotary, por lo que Garrette se puso en contacto a través de Facebook. Debido a la pandemia, se celebraron reuniones por videoconferencia, y ella decidió asistir a algunas. Encontró un grupo dinámico de personas de todas las edades, con un 50% de mujeres y un 50% de hombres, que quieren fortalecer su comunidad.  

Esta próspera membresía no siempre fue el caso del club. Se constituyó con 25 socios en 2004, pero para 2007, ese número se había reducido, peligrosamente, a 13. A Doug Buchy, socio del Club Rotario de Dayton, se le pidió que transfiriera su membresía para ayudar a que el club de Springboro volviera a la vida. Durante su presidencia del club de Springboro en 2009-2010, este creció hasta los 17 socios. «Detuvimos la hemorragia», afirma. «Seguimos creciendo y creciendo». Hoy en día, la membresía del club es de casi 40.

El club hizo cambios para atraer nuevos socios. Cambió de un club que se reunía a la hora del almuerzo a un club que reune a la hora del desayuno, horario que ofrecía más comodidad a los habitantes de un suburbio que a menudo trabajan en las ciudades más grandes de Dayton o Cincinnati. «La gente no podía volver a Springboro para comer desde donde trabajaba», explica Buchy. «Por eso perdimos socios».  

Para reducir los costos, algo que preocupa especialmente a los socios más jóvenes, el club decidió reunirse para tomar un café en lugar de desayunar. De vez en cuando, alguien trae donas. «Tratamos de simplificar las cosas», explica la ex presidenta April Walker. 

En opinión de los socios, uno de los momentos culminantes de las reuniones es la presentación mensual «Conoce a un rotario», en la que los socios del club toman la palabra para hablar de sí mismos. Un socio contó que su padre era payaso; otro mostró una foto de su último año de bachillerato, en los años 80, en la que lucía un un peinado ahora pasado de moda y una cadena de oro. «Crees que conoces a la gente en la hora que pasas con ellos, pero no es así», señala Walker, que fue quien introdujo esta actividad favorita del club cuando fue presidenta en 2021-2022. «Realmente contribuyó al compañerismo». En muchas reuniones, el club también hace preguntas para conocerse mejor, como «¿Cuál es tu personaje infantil favorito y por qué?» y «¿Le pusiste nombre al coche de tu familia cuando eras niño y cómo se llamaba?». 

«Sé que divertido es una palabra sencilla y aburrida, pero no se me ocurre una mejor manera de resumir este club», afirma el socio Scott Marshall. «Ninguna persona en su sano juicio quiere estar levantada y en una reunión a las 7:30 de la mañana. Pero realmente las espero con ansias. Es muy divertido». 

Otro cambio sucedió cuando el club aumentó el número de oportunidades de servicio y ahora participa en más de 20 actividades para la captación de fondos y proyectos cada año. En un soleado día de abril, el club organizó un proyecto de «construcción de camas» en colaboración con la organización sin ánimo de lucro Sleep in Heavenly Peace. El grupo colaboró con clubes rotarios cercanos para recaudar 22 000 dólares destinados a la compra de materiales y ropa de cama. Más de 100 voluntarios, socios del club y sus familias, estudiantes de secundaria y otros miembros de la comunidad se reunieron en el recinto ferial del condado de Cincinnati para establecer una cadena de montaje y construir 150 camas en menos de seis horas. «No son camas de Ikea listas para armar», afirma Marshall. «Había madera en el camión. La medíamos, la cortábamos, le hacíamos agujeros y le poníamos el logotipo». 

Para atraer rápidamente a nuevos socios, el club les pregunta en qué comités, proyectos y eventos de recaudación de fondos les gustaría participar y después se ponen a trabajar en sus elecciones. «Tienes que involucrarlos de inmediato», afirma Buchy, gobernador 2023-2024 del Distrito 6670. (Todos los socios del club reciben la misma encuesta anualmente). 

Cuando Walker se unió al club en 2019, le encargaron quese encargara de potenciar la presencia del club en las redes sociales. Comenzó a tomar fotos y transmitir videos en vivo de proyectos de servicio para dar a conocer el club. «Creo que la gente es intrínsecamente buena; quiere hacer cosas en la comunidad pero no sabe cómo», afirma. «Les damos una oportunidad».    

El club siguió ganando socios incluso durante la pandemia. Cuando Walker se convirtió en presidenta del club, hizo de la captación de mujeres y su elevación a puestos de liderazgo una de sus prioridades.  

Una de ellas era Garrette, que en seis meses se convirtió en tesorera del club. Y a medida que compara lo que ha dado a través de Rotary con lo que ha recibido, el valor de su membresía se hace evidente. «Me uní al club en una época muy polarizada. Estaba buscando algo que me conectara a tierra, que me hiciera más abierta a los demás», dice. «Si podemos encontrar un terreno común a través de la retribución a nuestra comunidad y sus alrededores, me da muchas esperanzas de que, después de todo, las personas no somos tan diferentes». Mi afiliación me ha devuelto diez veces más».  

Además, también es capaz de dar el ejemplo a sus dos hijos pequeños. «Ahora mis hijos piensan que Rotary es genial», afirma. «Siempre preguntan si pueden ir a las reuniones, probablemente porque es antes del colegio y pueden conseguir una dona». 

Este artículo fue publicado originalmente en el número de septiembre de 2024 de la revista Rotary.

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