Una educadora mejora la alfabetización en Uganda

Por JP Swenson

Cuando la docente Sophie Bamwoyeraki se convirtió en presidenta del Club Rotario de Kasangati (Uganda) en 2016, sus alumnos le preguntaron qué cosa especial haría para ayudar a la comunidad. Su respuesta fue sencilla. Su club había ayudado a crear aulas en la aldea de Makukuba después de que un niño muriera haciendo la caminata de 6 kilómetros a la escuela más cercana durante las fuertes lluvias. Decidió ampliar la iniciativa. «A partir de ese momento, cada presidente que viniera construiría otra aula», dice. «Si vas a Makukuba hoy, es un lugar completamente diferente». 

La alfabetización es desde hace mucho tiempo una de las pasiones de Bamwoyeraki. Creció en una familia de doce miembros y siempre estaba leyendo a los niños de su vecindario. Desde entonces, obtuvo una maestría en educación y se convirtió en directora de una escuela en Kampala, la capital. Representa al Grupo de Acción de Rotary para la Alfabetización y la Educación Básica como su oficial técnica en el Equipo de Asesores Técnicos de La Fundación Rotaria, y es Donante Mayor de la Fundación. 

Dice que la alfabetización puede preservar la historia de una comunidad y decidir su futuro. Sus padres no saben cuándo nacieron porque sus padres no sabían leer ni escribir. Las altas tasas de alfabetización en los adultos conducen a mayores tasas de alfabetización en los niños. «Si todos saben leer y escribir, pueden alentar a la próxima generación a leer y escribir», afirma. «Puede afectar su capacidad para hacer crecer su comunidad».

Es por eso que establece un club Interact dondequiera que trabaje. «Me gusta exponer a estos niños a la realidad de nuestras comunidades», dice. «Van a aprender algo nuevo y serán prácticos».

Este artículo fue publicado originalmente en el número de septiembre de 2024 de la revista Rotary.

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