Transformación de la membresía: revitaliza tu club

Ilustraciones de Cristina Spanò

Crea el club que anhelas

Club Rotario de Harrisonburg-Rocktown, Virginia (EE. UU.)

Hace cinco años, Meghan Schenker-Fulcher, entonces maestra en Harrisonburg, Virginia, decidió que era hora de afiliarse a Rotary. «Como no rotaria», dice, «comenzó con la pasión de conectar a más personas de nuestra comunidad con la misión de Rotary: Dar de sí antes de pensar en sí».

Schenker-Fulcher visitó varios clubes, pero no pudo encontrar uno que se ajustara a su horario. «No eran necesariamente una buena opción para los educadores ni tampoco para las personas que tenían trabajos de 9 de la mañana a 5 de la tarde pero que aún deseaban retribuir a la comunidad».

En retrospectiva, la solución era obvia: Si no encuentras un club rotario que se ajuste a tus necesidades, crea uno que sí lo haga. Schenker-Fulcher y otras dos mujeres de la comunidad intercambiaron ideas «para crear lo que pensamos que sería una experiencia ideal en Rotary tanto para nosotras como para otras mujeres de nuestra comunidad».

Las tres pensaron durante varios meses en el tipo de club que deseaban crear. «Durante los meses de junio, julio y agosto de 2019 organizamos sesiones informativas, que permitieron a las personas interesadas escuchar nuestra historia, comprender el por qué e inspirarse para afiliarse a Rotary», explica Schenker-Fulcher. «Esto también nos ayudó a ver si este club realmente sería una buena opción para la comunidad».

Esa planificación cuidadosa dio sus frutos. En septiembre de 2019, se constituyó el club satélite Harrisonburg-Rocktown, una rama del Club Rotario de Harrisonburg, que actualmente cuenta con 36 socios, de los cuales 26 son mujeres. Para garantizar su relevancia, el club lleva a cabo sesiones anuales de planificación estratégica, donde se establecen los principales objetivos para el año. «Nos ayuda a mantener las cosas frescas y a avanzar», añade Schenker-Fulcher, presidenta del Comité de Membresía del club conformado por siete personas. «Eso nos ayuda no solo a conservar a nuestros socios, sino a hacer crecer nuestro club».

Planifica proyectos que generen un impacto

Club Rotario de Singapur

Los socios del Club Rotario de Singapur otorgan mucha importancia a los proyectos, dice James Lee, expresidente inmediato. «Quieren ver el impacto que sus contribuciones y labores generan en las personas y comunidades a las que sirven», afirma. «Los mantenemos actualizados sobre el progreso y los desafíos de nuestros proyectos locales e internacionales, y los invitamos a inscribirse y contribuir a los que les interesan. Esto les da un sentido de participación y pertenencia».

El proyecto emblemático del club, que desde 2013 ha recibido 28 subvenciones globales, es Help the Children (Ayuda a los niños), que presta servicios a las comunidades de Java Oriental en Indonesia. «Lo que comenzó como un pequeño proyecto que apoyaba a 20 escolares desfavorecidos se transformó en proyectos financiados por subvenciones globales multidimensionales y de múltiples ciclos que han abarcado los últimos 15 años», apunta Lee. «Ayuda a las comunidades y hasta 60 escuelas a elevar las tasas de alfabetización y la educación básica entre los estudiantes y los maestros».

En 2010, una pequeña delegación del club de Singapur visitó por primera vez el proyecto en Indonesia. Ese viaje se transformó en una visita anual de hasta 80 socios del club y sus familias. «Nuestros participantes pasan tres días con los alumnos, maestros y padres que se han beneficiado de nuestro proyecto», dice Lee. «Regresan sintiéndose inspirados y motivados por los cambios positivos que han presenciado».

Lee también señala la diversidad de la membresía del club: sus 192 socios son originarios de 22 países. Esta es otra razón por la que ha atraído y conservado a tantos socios a lo largo de los años. «Poder intervenir en comunidades alejadas de Singapur pero cercanas a nuestros corazones», dice, «significa involucrar constantemente a nuestros socios y acercarlos a sus comunidades de procedencia o en las que tienen presencia por razones económicas, comerciales y personales».

Conéctate para amplificar el impacto

Club Rotario de Roswell After Hours, Georgia (EE. UU.)

El club satélite Roswell After Hours comenzó a funcionar el año pasado con 14 socios. Un año después, la membresía aumentó a 22 socios, y la presidenta del club, Brooke Foxman, es optimista y cree que continuará creciendo. Ello se debe en parte a la oportunidad que el club brinda a los socios de relacionarse entre sí, con la comunidad y con su club padrino, el Club Rotario de Roswell, conocido cariñosamente entre el grupo como el Gran Rotary.  

«Nuestros socios fundadores son un grupo de veinteañeros que ansiaban disfrutar de la camaradería en persona cuando el mundo volvió a abrirse después de la pandemia», sostiene. «Buscamos personas que desean hacer el bien en la comunidad a la vez que crean conexiones y forjan relaciones. Conseguimos ser un grupo de jóvenes con amor y corazón para el servicio. Es precisamente sobre esto que se construyó Rotary». 

Dado que la mayoría de los socios del club son jóvenes profesionales, sus horarios de trabajo dificultaban su asistencia a los almuerzos semanales del club de Roswell. Para adaptarse a los horarios de los socios, las reuniones se celebran después del horario laboral -de ahí el nombre del club- en una cervecería local. «Dedicamos 30 minutos a un encuentro previo a la reunión, de modo que podamos tomar una cerveza y ponernos al día sobre asuntos personales», explica Foxman, quien señala que el club está estructurado en torno a la creación de redes de contactos, el servicio y la diversión.   

Foxman afirma que el club se beneficia de mantener sus vínculos con el Gran Rotary. Los socios de Roswell participan ocasionalmente en las reuniones del club After Hours. «Como jóvenes profesionales, estamos muy agradecidos por los consejos que nos dan», enfatiza. 

Los socios de ambos clubes trabajan como voluntarios en proyectos de servicio y actividades organizados por cualquiera de los grupos, lo que incrementa el impacto, como sucedió por ejemplo en un evento de recaudación de fondos para Star House, una organización local sin fines de lucro que ayuda a niños en situación de riesgo. «Había música y baile mientras servíamos a nuestra comunidad», dice Foxman. «Nos divertimos mucho y, de hecho, conocimos a varios socios potenciales».

No te olvides de la diversión

Club Rotario de Halifax Harbour, Nueva Escocia (Canadá)

Roswell After Hours no es el único club al que le gusta divertirse, aunque pasar un buen rato, como explica Louisa Horne, puede adoptar distintas formas. 

Como exgobernadora de distrito y socia de lo que describe como el «irresistible» Club Rotario de Halifax Harbour, Horne reconoce que su club organiza actividades sociales dedicada a los socios. Pero, ¿son divertidas? «La diversión es uno de los resultados de participar en las cosas que te apasionan», afirma.  

Formado en 2021 a partir de la fusión de los clubes rotarios de Halifax Harbourside y Halifax Harbour, con décadas de antigüedad, Halifax Harbour está organizado en tres equipos. El equipo We Connect People (conectamos a las personas) se centra en involucrar a los socios, lo que incluye actividades divertidas que pueden realizar juntos (por ejemplo, excursiones a lugares con actividad paranormal, lanzamiento de hachas y diversas celebraciones estacionales). El equipo We Transform Communities (transformamos comunidades) planifica y organiza proyectos de servicio locales e internacionales, y el equipo We Fund Sustainable Projects (financiamos proyectos sostenibles) hace exactamente lo que cabría esperar: coordina actividades de recaudación de fondos, como un festival anual que desde 2015 ha recaudado más de 500 000 dólares. 

El club, explica Horne, ha encuestado tanto a los socios existentes como a socios que abandonaron el club «para asegurarnos de aprovechar todos  sus talentos e intereses. Tenemos la intención de evaluarnos a nosotros mismos y de no engañarnos a la hora de evaluar cómo lo estamos haciendo. Nos parece bien y aceptamos que personas diferentes quieran hacer cosas diferentes». 

Como resultado, el club ha atraído a socios de distintas edades, nacionalidades y orientaciones sexuales. «Cuando una nueva persona acude a una reunión, se ve reflejada en la sala», afirma Horne. «La diversidad alimenta más diversidad. El cambio transformacional y cultural en una gran organización no es una solución rápida. Mientras contemos con un liderazgo sólido y sigamos aprovechando las pasiones de las personas que se nos unen y de las que deseamos atraer, y mientras seamos ágiles a la hora de asumir riesgos y mantengamos nuestro nivel de diversidad, seguiremos siendo irresistibles». Y divertidos.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición de agosto de 2023 de la revista Rotary.

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