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De competidores a miembros de la misma comunidad

Un club rotario florece en un edificio de oficinas de la Costa de Oro australiana

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La invitación de Paul Harris a tres compañeros de negocios para celebrar una reunión el 23 de febrero de 1905 está consagrada en la historia de Rotary. El rascacielos de Chicago en el que se reunieron fue bautizado, felizmente, con el nombre de Unity Building (Edificio de la Unidad), un telón de fondo apropiado para la celebración del comercio y la camaradería.

Más de un siglo después, y a medio mundo de distancia, en la Costa de Oro de Australia, Andy Rajapakse puso sus ojos en su propio "edificio de la unidad", el Corporate Centre One de Bundall, en Queensland. El edificio, con una fachada de cristal redondeada y balcones con pilares blancos que recuerdan a los cordones de un balón de fútbol americano, es sede de unas 60 de las principales empresas de la Costa de Oro. Una oportunidad inmejorable, razonó Rajapakse, para poner en práctica "esta loca idea" suya de fundar un club rotario que atraiga a los jóvenes profesionales de las empresas del edificio y sus alrededores.

De izquierda a derecha: Andy Rajapakse, quien contribuyó a la fundación del Club Rotario de Gold Coast Corporate, Derek Finch, Laura Johnstone y Anna Morgan. Juntos colaboran para atraer a jóvenes profesionales al club.

Fotografía: Rhys Martin

A principios de 2020, Andy era gobernador electo del Distrito 9640 y visitó el edificio con la esperanza de que los empleados dejaran de ser competidores para convertirse en miembros de la misma comunidad y una fuerza de bien en la región. Se fijó en las empresas que aparecían en el directorio y solicitó una reunión con un socio director de uno de los despachos de abogados.

¿Mi mensaje? "Expliqué que la mayoría de ellos pasan en este edificio más horas al día y a la semana que en sus hogares. Quise que imaginaran que si todos los ocupantes del edificio nos conociéramos, este sería un lugar más amigable y seguro", recuerda Rajapakse sobre la fundación de lo que se convertiría en el Club Rotario de Gold Coast Corporate. "Cada vez que veo un edificio de oficinas corporativas de gran altura en Australia o Nueva Zelanda, veo una oportunidad para un club rotario".

Uno de los que acudieron a la llamada de Rajapakse fue Derek Finch, abogado que encabezó las gestiones para constituir el club, publicando avisos y haciendo llamadas en frío a la antigua usanza. "Vanessa Jansen y yo literalmente llamamos a las puertas de las oficinas del edificio para encontrar socios", dice Finch, presidente fundador del club, refiriéndose a una compañera del club y planificadora financiera que se unió a él para contactar a la mitad de las aproximadamente 60 empresas que operan en el edificio. Finch afirma que unos 15 socios potenciales asistieron a la reunión organizativa ese mes de septiembre.

A petición de Rajapakse, Michael Irving, exgobernador del distrito y profesor universitario jubilado, aceptó ser el mentor del club durante su primer año. "En lugar de recomendar modelos establecidos de clubes rotarios, estudiamos cómo lograr que este club rotario fuera atractivo para los profesionales jóvenes", comenta Irving. Naturalmente, la opción de afiliación corporativa de Rotary ocupó un lugar preeminente. Mediante la adopción de uno de los formatos flexibles de Rotary para este tipo de afiliaciones, las empresas eligen a ejecutivos dispuestos a ser socios y pagan sus cuotas anuales.

Compuesto casi en su totalidad por rotarios noveles, el club, fundado en octubre de 2020, cuenta con representantes de 23 empresas con una mezcla casi equitativa de hombres y mujeres, la mayoría con edades comprendidas entre los 20 y los 40 años.

"Cuando Andy me habló de un club centrado en el mundo empresarial más joven, pensé que se trataba de una propuesta interesante", explica Anna Morgan. Aunque no es lo habitual entre los socios del club, ella ya estaba familiarizada con Rotary gracias a su padre, Rock O'Keefe, quien fuera dos veces presidente de un club orientado hacia profesionales activos, pero de mayor edad. Morgan admite que no había pensado que Rotary fuera para ella, debido a su edad y a la cantidad de tiempo que requeriría. "Tengo tres hijos y trabajo a tiempo completo. Así que disponer de un club que se adaptara bien a mis responsabilidades profesionales y familiares me resultó atractivo".

Para muchas personas jóvenes que trabajan en el Corporate Centre One, el vigor juvenil y el enfoque empresarial del club desmienten la idea de que los clubes están compuestos por hombres mayores. "En algunos de los eventos que organizamos el año pasado, cuando hablé con los clientes, algunos me dijeron: '¿Qué haces en Rotary? Eso es para la gente mayor'", dice la presidenta del club, Laura Johnstone, asesora de empresas. "Es muy fácil explicar nuestro club en contraposición al estereotipo".

La proximidad también es una ventaja. A medida que los rotarios del edificio fueron conociendo los campos de especialización de cada uno, comenzaron a remitirse clientes unos a otros. "No me afilié a Rotary solo para mejorar mis operaciones comerciales", señala Morgan, abogado especializado en lesiones personales. " Pero es un beneficio adicional". Johnstone añade: "Es volver al origen de Rotary".

Al igual que en los orígenes de Rotary, las empresas representadas se turnan para acoger las reuniones del club. Los empleados hacen una breve presentación sobre su empresa. También se invita a representantes de organizaciones benéficas y clubes rotarios vecinos que buscan colaboradores para sus proyectos. Como resultado de una de esas visitas, el club se asoció con RizeUp, organización que ayuda a personas afectadas por la violencia doméstica. Además de recaudar fondos, los socios ensamblaron muebles y proporcionaron bienes para acondicionar hogares para mujeres y niños que están reconstruyendo sus vidas.

El club también proporciona tutoría en la Men of Business Academy, escuela secundaria que ofrece formación profesional a estudiantes que tienen dificultades para acceder a la educación convencional. El club patrocinó a uno de los estudiantes para que asistiera a una conferencia sobre derecho.

"Lo que me sorprendió es la cantidad de jóvenes que también buscan oportunidades para retribuir y servir en la comunidad", asegura Morgan sobre la respuesta positiva al club Gold Coast Corporate. "Eso me resulta inspirador y alentador. Y tener a Rotary como facilitador para reunir a esas personas ha sido un resultado fabuloso para la Costa de Oro".

Este artículo fue publicado originalmente en el número de octubre de 2022 de la revista Rotary.

Revitalización de la membresía del club

El Club Rotario de Gold Coast Corporate existe gracias a la flexibilidad que ofrece la membresía corporativa. La modalidad de membresía corporativa, innovación posibilitada por los cambios realizados en el reglamento de RI en la última década, constituye otro instrumento que los clubes pueden utilizar para atraer a nuevos y más diversos socios.

Los clubes pueden involucrar a una corporación -empresa, entidad sin fines de lucro o entidad gubernamental- en Rotary, ofreciendo la afiliación a algunos empleados con expectativas más relajadas en cuanto a asistencia o servicio. Los trabajadores no solo tienen la oportunidad de mejorar sus carreras ampliando su red de contactos y su visibilidad, sino que también pueden establecer conexiones sociales, desarrollar sus aptitudes para el liderazgo y prestar servicio.

Todos son considerados socios activos de pleno derecho; pueden asistir a las mismas reuniones, o delegar su asistencia a un representante de la corporación.

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