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Sombra para las junglas de hormigón

Shahzad Qureshi, ingeniero y rotario, planta bosques urbanos para combatir el cambio climático

Comencé a interesarme por los bosques urbanos en 2015, cuando Karachi (Pakistán) sufrió una ola de calor a la que se atribuyó la muerte de más de 1200 personas. Karachi es una jungla de hormigón en la que menos del 1 % de su área cuenta con cobertura arbórea. Esta ola hizo dolorosamente obvio el hecho de que necesitábamos más árboles. 

Mi formación profesional no está relacionada con el campo forestal. Estudié ingeniería textil y actualmente dirijo una empresa de comercio electrónico. Pero mi interés en el tema creció cuando me enteré de una técnica para crear pequeños bosques que se vuelven autosostenibles en un plazo de tres años, sin productos químicos o pesticidas y utilizando solo especies autóctonas. La técnica, llamada método Miyawaki, se basa en el trabajo del botánico japonés  Akira Miyawaki para regenerar bosques naturales en todo el mundo.

Shahzad Qureshi, socio del Club Rotario de Karachi New Central (Pakistán), es el fundador de Urban Forest.

Imágen: Khaula Jamil

El método Miyawaki consiste en plantar especies autóctonas juntas, normalmente de dos a ocho plantas por metro cuadrado. Se planta en cuatro niveles: arbusto, subárbol, árbol y copa, y se utiliza una mezcla de especies. 

El resultado es un bosque que puede crecer diez veces más rápido que una plantación estándar. Según algunas estimaciones, produce treinta veces más oxígeno, absorbe treinta veces más dióxido de carbono y es cien veces más biodiverso. Durante el periodo inicial, los árboles crecen más rápido al competir por la luz natural. El bosque cobija pequeños animales, aves, abejas y otros insectos. Esta técnica se utiliza ahora en todo el mundo y es uno de los métodos más populares para «devolver la vida» a los asentamientos humanos.

Decidí probarlo en Karachi a finales de 2015. Nuestro bosque piloto comenzó cubriendo 500 metros cuadrados en un parque público. Una vez comprobado su éxito, ampliamos el bosque a todos los 11 700 metros cuadrados del parque. Es autosostenible, se riega con aguas residuales recicladas, dispone de un huerto orgánico que proporciona alimentos para la comunidad, una zona natural de juegos para los niños, un lago y una zona de compostaje y reciclaje que absorbe los desechos de cien hogares situados en las cercanías del parque. Desde entonces, hemos creado 24 bosques más en Pakistán.

Este método es aplicable en cualquier lugar. Recaudamos fondos de nuestro club rotario, de empresas y particulares. Dada la amenaza existencial que plantea el cambio climático, queremos animar y ayudar a los socios de Rotary de todo el mundo a plantar sus propios bosques Miyawaki. — En palabras de Cary Bickley

Este artículo fue publicado originalmente en el número de agosto de 2022 de la revista Rotary.


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