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Especialistas en la materia

Te enteraste de una necesidad en una comunidad. Ahora envía a los expertos: un equipo de capacitación profesional.

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Ramona Delmas muestra una foto de un pequeño bebé, bañado por la luz azul de una cuna terapéutica utilizada para tratar la ictericia. El aparato fue donado gracias de una iniciativa a largo plazo que ha revolucionado la atención materna y pediátrica en un hospital en Ángel Albino Corzo, municipio del estado mexicano de Chiapas. 

El Club Rotario de Bishop Sunrise, California (EE. UU.) proporcionó la máquina a la institución. «Nuestro primer bebé llegó a los tres días», afirma Delmas, socia del club. «Esa máquina convirtió al centro en un hospital pediátrico regional, además de su función original como hospital de obstetricia y ginecología». 

El proyecto financiado por una subvención global patrocinada por el club Bishop Sunrise y el Club Rotario de Oriente de Tuxtla Gutiérrez (México), incluyó múltiples visitas a Chiapas de equipos de capacitación profesional que comenzaron en 2019. Durante la visita inicial, profesionales médicos de California enseñaron a médicos, parteras, enfermeras y estudiantes de medicina locales técnicas de obstetricia de emergencia y suministraron equipos para reforzar la atención materna.  

La pandemia de COVID-19 obligó a hacer una pausa en el proyecto, pero muchos médicos se enteraron de la existencia de los nuevos equipos en el hospital y empezaron a viajar desde todas partes para realizar allí sus intervenciones quirúrgicas. Como resultado, el equipo de California desechó un plan para realizar intervenciones quirúrgicas electivas durante una de sus visitas porque la abundancia de médicos locales lo hacía innecesario. En su lugar, tras una nueva evaluación de las necesidades de la comunidad, el proyecto pasó a centrarse en el establecimiento de una unidad pediátrica.

A partir de 2019 y durante varios años, los clubes rotarios de Bishop Sunrise, California (EE. UU.) y Oriente de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas (México), organizaron visitas de equipos de capacitación profesional a Chiapas.

Cortesía de Ramona Delmas

Delmas celebra esta capacidad de adaptación y destaca las relaciones duraderas que surgieron gracias a las visitas del equipo. «Los médicos, parteras y enfermeras pueden hablar con nuestros médicos en Bishop cualquier día de la semana», asegura.  

Mediante la organización de equipos de capacitación profesional, los clubes rotarios pueden disponer que un grupo de profesionales visite otro país para enseñar a profesionales locales de un determinado campo o para aprender sobre el suyo. Los equipos deben estar integrados por un mínimo de tres personas, incluido el líder, quien debe ser socio de Rotary. Todos los integrantes del equipo deben contar con al menos dos años de experiencia laboral relacionada. 

Las actividades del equipo deberán estar en consonancia con las metas de un área de interés y cumplir las condiciones establecidas por La Fundación Rotaria para recibir una subvención global. Además, el equipo deberá abordar una necesidad identificada por la comunidad local.

Prevención de incendios forestales en Portugal

Esa era una prioridad para Gary Morgan, socio del Club Rotario de Ballarat South (Australia). Miembro condecorado de Forestry Australia, Morgan cuenta con buenos contactos en la comunidad internacional dedicada a la lucha contra los incendios forestales. A petición de los funcionarios de su distrito, exploró la posibilidad de establecer un equipo de capacitación profesional para ayudar a prevenir incendios forestales en el extranjero. Decidió centrarse en Portugal, donde en 2017 una devastadora temporada de incendios había causado daños generalizados y pérdidas de vidas humanas. Los políticos exigían un cambio en las prácticas de lucha contra los incendios. 

«Conozco a las personas a cargo de estas tareas en Portugal desde hace bastante tiempo, y eso facilitó la labor», explica Morgan. «Mantuvimos muchas conversaciones en línea antes incluso de ponerme en contacto con las personas que integrarían el equipo. La idea era asegurarnos de entender cabalmente la situación, lo que querían y por qué lo querían». 

El equipo, financiado por una subvención global copatrocinada por el Club Rotario de Ponta Delgada S. Miguel, Azores (Portugal), se centró en los métodos de quema controlada para mitigar los incendios forestales, especialmente en zonas con eucaliptos, árboles altamente inflamables originarios de Australia que también crecen en zonas rurales de Portugal.  

Morgan recomienda que los equipos tengan un tamaño manejable e incluyan a personas con la variedad de habilidades necesarias para alcanzar sus objetivos. El equipo incluyó a personas con experiencia práctica en extinción de incendios, capacidad para la gestión de personal, experiencia en investigación y conocimientos sobre la normativa sobre la lucha contra los incendios. Limitó el tamaño del equipo a cuatro personas para que todos pudieran caber en un vehículo durante los desplazamientos. 

Tanto Delmas como Morgan han constatado la utilidad de incluir a profesionales que no son socios de Rotary. Como única rotaria de su equipo, Delmas dice que las personas no afiliadas permitieron que el proyecto recibiera más financiación y publicidad. 

«Aprendieron mucho y se convirtieron en embajadoras de Rotary», afirma. «Lo siguiente que supe es que hablaban de Rotary con todo el mundo. Como resultado, obtuvimos fondos de organizaciones que, de otro modo, tal vez no recibiéramos». 

Delmas dice que los equipos de capacitación profesional mejoran cualquier proyecto de subvención. «Es difícil para mí visualizar un proyecto de Rotary que no cuente con uno».

Este artículo fue publicado originalmente en el número de febrero de 2025 de la revista Rotary.

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